El Real Madrid es una balsa de aceite. El conjunto blanco atraviesa su mejor momento desde hace mucho tiempo, refrendado con el título de la Supercopa de España logrado en Arabia Saudí. Zidane ha dado con la tecla, ha conseguido formar un equipo competitivo juegue quien juegue, y el optimismo de cara a ganar más títulos esta temporada va in crescendo. Una de las competiciones a las que el francés da máxima prioridad es la Liga, que vuelve este sábado al Bernabéu con un apasionante Real Madrid – Sevilla (16:00 horas, Movistar LaLiga).
El conjunto merengue tiene la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa en el torneo doméstico frente al cuarto clasificado, un Sevilla de Lopetegui que es un hueso duro de roer. El Real Madrid es colíder junto al Barça con 40 puntos, cinco más que los hispalenses, que intentarán seguir enganchados a la cabeza. El de este sábado en el Bernabéu no es un partido más, pues el equipo blanco puede dejar al Sevilla ocho puntos por debajo en caso de victoria, además de presionar al Barcelona y obligarle a ganar el domingo ante el Granada en el estreno de Setién para seguir compartiendo la cresta de la ola.
Zidane sigue teniendo bajas. Los médicos han recomendado a Sergio Ramos parar pese a entrenarse este viernes, y tampoco ha entrado en la lista Bale ni el sancionado Valverde. Tampoco estará James que fue descartado por decisión técnica. Así, todo apunta a que el Real Madrid volverá al 4-4-2 con Benzema en punta junto a Rodrygo y los cuatro centrocampistas por detrás en forma de rombo.
Enfrente, un Sevilla que está haciendo una temporada notable y que ha reforzado su vanguardia con En-Nesyri, que en principio no será titular en el Bernabéu. Lopetegui tiene la importante baja de Ocampos, una de las revelaciones del campeonato, y la duda de Jesús Navas, que finalmente sí entró en la convocatoria. No así Joan Jordán, baja confirmada y cuyo puesto en el once lo ocuparía Óliver Torres.
