El Real Madrid cuajó un partido muy serio en Belgrado para poner fin a su mala racha fuera de casa en la Euroliga. Los pupilos de Pablo Laso no realizaron su partido más brillante en ataque, pero sí que fue efectivo en defensa para llevarse el triunfo en el escenario donde levantaron su último título continental con Luka Doncic coronado como MVP.
En esta ocasión, el Madrid se aferró a una tremenda defensa para controlar de principio a fin el encuentro. El parcial inicial de 2-7 auguraba un choque plácido para los blancos, pero nada más lejos de la realidad. Al Estrella Roja se le permitió repartir algunos mandobles para equilibrar la contienda y vaya que si lo hicieron viéndose al final del primer cuarto un atípico marcador de 9-12.
Los blancos cambiaron de ritmo con la entrada energética de Garuba, Causeur y Mickey. Se subieron las líneas defensivas blancas con un par de robos que agilizaron el ataque madridista y las ventajas se estiraron tras un parcial de 1-10 para el Real Madrid. El Estrella Roja reaccionó con un par de triples de Billy Baron, pero Llull devolvía las aguas a su cauce con una mandarina sobre la bocina que establecía el 27-33 al descanso.
El Estrella cambió de marcha en el tercer cuarto. Los serbios arriesgaron a través de un ataque más agresivo con dos consecuencias: anotaban con más facilidad y Tavares se ponía las botas a tapones. El Madrid creyó que la táctica suicida pasaría factura a los locales, pero si no metes ni un triple librado… No es buena idea jugar a un intercambio de canastas con un rival así.
Faye constató el hecho culminando la remontada estableciendo el 52-49 al final del tercer cuarto. La Lasina de entrecuartos fue épica, pero más que efectiva. El Madrid bajó el culo y se puso a defender como auténticos ninjas. Los blancos dejaron sin anotar a los serbios durante los seis primeros minutos del cuarto, mientras lograban un parcial de 0-12 que resultó definitivo.
Llull se volvió a enfundar la capa de superhéroe que acostumbra. El base mallorquín lideró a los blancos en anotación –16 tantos–, pero el partido para enmarcar fue el de un Tavares que firmó el récord de tapones de la temporada -cinco– para finalizar con una tarjeta de 21 de valoración. El Madrid pone fin a una racha de tres derrotas consecutivas fuera de casa en Europa.
