Cada día que pasa Mbappé está un poco más lejos del PSG y más cerca del Real Madrid. Su última bronca con Tuchel puede ser el detonante de una situación larvada. Mientras, en el Bernabéu observan la situación con calma y estudian la forma de acometer «el fichaje del siglo».
En el Real Madrid todos los caminos conducen a Mbappé. La cúpula de la entidad madridista tilda de «estratégico» el fichaje del crack francés y creen que debe ser el jugador franquicia sobre el que construir el Real Madrid de esta década en la que el club volverá a reinventarse para el futuro sostenido sobre el espectacular nuevo Bernabéu. Y la primera piedra de ese Bernabéu debe ser Mbappé.
El jugador, además de guiños públicos hacia el Real Madrid, atraviesa una situación complicada en el PSG. Su distanciamiento con su entrenador, Thomas Tuchel, es total y no parece que esa herida pueda coserse por más reuniones que tengan. Mientras, el club parisino empieza a sospechar que Mbappé no va a aceptar ninguna oferta de renovación después de no haber contestado a los 50 kilos netos hasta 2024 que le pusieron sobre la mesa.
Una historia de amor interrumpida
Mbappé quiere jugar en el Real Madrid, aunque sabe que su fichaje está en manos del emir de Qatar, dueño del PSG, que no está dispuesto a poner ni fácil ni barata su salida. El ejemplo de lo que acaba de suceder con el fichaje interruptus de Cavani por el Atlético puede servir de aviso al delantero. Del PSG no es tan fácil salir.
El culebrón Mbappé no ha hecho más que empezar. En el Real Madrid insisten en que esa operación será mucho más viable en el verano de 2021 –cuando le quedaría sólo un año al actual contrato del jugador con el PSG– que en el próximo, pero están dispuestos a hacer «todo lo posible» por intentar un fichaje de esos que cambian la historia. Y en el Madrid lo saben.
