Reguilón vuelve a casa. El lateral izquierdo del Sevilla se medirá en el Santiago Bernabéu al Real Madrid, club donde se formó desde que tenía ocho años y medio, cuando ingresó en el Benjamín A. Desde ese momento, ha ido escalando por los diferentes equipos de La Fábrica, con dos salidas al Logroñés.
Tras mucho trabajo y esfuerzo, cumplió su sueño la temporada pasada gracias a Lopetegui. El actual entrenador del Sevilla fue el que le dio la oportunidad de quedarse en el primer equipo. Tras una pretemporada en la que brilló, el técnico decidió que estaba preparado para ser el complemento perfecto de Marcelo. Aunque con el que realmente disfrutó fue con Solari.
La llegada del argentino al banquillo del Real Madrid le abrió la puerta de la titularidad. El mal momento que atravesaba Marcelo y sus grandes partidos le permitieron asentarse en la banda izquierda del Santiago Bernabéu durante la etapa de Solari, hasta que llegó Zidane.
El francés vino con la idea de recuperar a las vacas sagradas dando minutos a hombres como Isco o Marcelo, que con Solari habían tenido un protagonismo mínimo. Esto relegó al canterano al banquillo de nuevo. De hecho, con Zidane como técnico tan sólo jugó dos partidos. Finalmente, una vez finalizada la temporada y tras ver como la competencia crecía con la llegada de Mendy, el lateral puso rumbo al Sevilla, donde está demostrando todo su potencial.
Ganas de demostrar ante Zidane
Lopetegui no dudó en pedir la cesión de un jugador al que conocía perfectamente y que ha cumplido con creces las expectativas creadas. Fijo en el Sevilla, rindiendo a un gran nivel y hasta internacional con España. Robert Moreno, ex seleccionador nacional, le citó para los dos compromisos que tuvo que disputar el combinado nacional ante Noruega y Suecia, aunque no llegó a debutar.
Ya sin cláusula del miedo, se enfrentará a ‘su’ Real Madrid con la profesionalidad que le caracteriza y dejando los sentimientos fuera del campo. Buscará ofrecer su mejor versión para ayudar a su equipo, que quiere seguir en la zona noble de la clasificación, y para demostrar a los que no confiaron en él que estaban equivocados. Quién sabe si el próximo año volverá al Bernabéu, pero desde la primera jornada de Liga y vestido de blanco.
