Son varias las figuras que salen reforzadas tras la victoria del Real Madrid en el Clásico. Vinicius, Marcelo, Kroos, Mariano… y Zinedine Zidane. Después de una semana dura en la que los blancos venían de caer ante el City también en el Santiago Bernabéu, el entrenador francés sabía que se la jugaba y dio una lección táctica a Quique Setién, tomando varias decisiones importantes con las que consiguió dar con la tecla.
En primer lugar, en la alineación había cambios significativos y el devenir del encuentro explican los porqués. Kroos, que ante el City se quedó en el banquillo y sin minutos, entró en el once por Modric con el objetivo de juntarlo con Isco y Benzema por dentro para atacar la espalda de Busquets y De Jong, que se vieron superados durante buena parte del encuentro. El alemán dio una exhibición y puso la guinda con la genial asistencia a Vinicius en el primer tanto.
Más decisiones claves
Pero la cosa no quedó ahí. Zizou optó por situar a Valverde escorado a la derecha por su gran despliegue físico para frenar las subidas de un Jordi Alba que es clave en el Barcelona cuando tiene libertad para sumarse al ataque, algo que apenas pudo hacer este domingo por el gran trabajo del uruguayo, que acabó exhausto. Además, el galo dio entrada a Marcelo y situó a Vinicius por delante de su compatriota, siendo ambos una amenaza por ese costado para Semedo, al que los dos cariocas volvieron loco en gran parte porque no recibía ayudas suficientes de sus compañeros.
Después, durante el encuentro, Zidane fue clave ordenando a su equipo presionar arriba al Barcelona en la segunda parte. El Real Madrid consiguió dificultar la salida del balón del conjunto azulgrana y ese paso adelante acabó siendo trascendental en el devenir del Clásico, porque los blancos recuperaban en zonas peligrosas y generaban ocasiones con muy poco. También acertó Zidane este domingo con los cambios, leyendo a la perfección lo que necesitaba su equipo. Metió a Modric para conservar el balón cuando Isco ya estaba muy cansado y al final dio a entrada a Mariano, que como siempre saltó a comerse el césped y tuvo el premio del gol en el descuento.
