El estadio Olímpico de Kiev fue testigo de un momento que puede ser un antes y un después en la carrera de Vinicius Junior. El brasileño realizó un auténtico partidazo ante el Shakhtar Donetsk, haciendo dos golazos, especialmente impresionante el segundo, y dando una asistencia a Rodrygo para que su compatriota convirtiese el cuarto tanto en la goleada madridista en tierras ucranianas. Tras el encuentro, el protagonista atendió a los medios feliz. No era para menos. Tras mucho trabajo está demostrando en esta temporada que su crecimiento es imparable. Aunque las cosas no pasan por casualidad y Davide, el hijo de Ancelotti, tiene mucho que ver en todo esto.
En el Real Madrid siempre ha estado muy pendientes de Vinicius. El primero Florentino Pérez, que siempre ha tenido fe en un futbolista de 21 años que temporada tras temporada va mejorando y adquiriendo más peso dentro del equipo. El presidente siempre ha tenido claro que podía triunfar vestido de blanco, lo que le ha cerrado en todo momento la puerta de salida. Para el máximo mandatario blanco nunca ha existido la posibilidad de que cambiase de equipo. Ni siquiera para incluirle en alguna cesión.
En instancias más bajas que la cúpula, la atención en Vinicius también ha sido máxima durante estas cuatro temporadas. Especialmente de los cuerpos técnicos de Solari, Zidane y Ancelotti. Todos ellos han estado muy pendientes del crecimiento del brasileño, pero no ha sido hasta la llegada del italiano al banquillo madridista cuando ha empezado a romper.
Ancelotti le ha venido especialmente bien a un Vinicius que ha encontrado el gol y la confianza. Carletto ha continuado lo que ya empezó Zidane, quedándose a mejorar la definición tras las sesiones de entrenamiento. En este caso es Davide, asistente técnico, el que se está encargando personalmente de que el brasileño mejore su faceta goleadora. Y, visto lo visto hasta la fecha, el resultado está siendo de sobresaliente. El brasileño lleva siete goles y cinco asistencias en 11 partidos. Teniendo en cuenta que el curso pasado hizo seis tantos y repartió siete pases de gol en 49 encuentros, la mejoría es notable.
Davide y el resto de los miembros del cuerpo técnico de Ancelotti se quedan tras los partidos haciendo trabajo de tecnificación con diferentes jugadores, especialmente con los más jóvenes, y uno de ellos es Vinicius. Gracias a este trabajo está progresando mucho de cara a portería, donde ha demostrado que dentro llevaba un olfato goleador que sólo tenía que sacar.
Cabeza y talento
Vinicius también ha encontrado en Ancelotti tranquilidad. “Al final todo es una cuestión de confianza”, aseguran fuentes cercanas al vestuario madridista. Esto no quiere decir que con Zidane no la tuviese, pero con el entrenador italiano se ha multiplicado. Sabe que si falla no pasa nada y se siente titularísimo.
El trabajo mental de Ancelotti también está siendo clave. El italiano está trabajando con el brasileño para que tenga más temple delante del portero. El técnico ha dejado claro públicamente que tiene que ser más frío cuando pisa el área rival, algo que poco a poco está consiguiendo. Luego, su fortaleza mental también le ayuda. El delantero ha demostrado en todo este tiempo que es muy duro de cabeza, lo que le ha servido para canalizar todas las críticas que ha recibido.
Por último, dentro del club también destacan que todo lo que está enseñando ahora Vinicius ya lo llevaba de serie y sólo tenía que sacarlo a relucir. “Esto tenía que explotar antes o después”, dicen.
