En la caseta del Real Madrid, esa que está indignada por los horarios que Tebas está poniendo y que permite que el Barcelona siempre juegue por delante que los blancos, como mínimo, hasta la jornada 32, está marcada en rojo esta semana. Zidane y los suyos saben que por delante tienen una semana de campeonato que puede comenzar a decidir el título.
Centrándose en los blancos, el Real Madrid recibe este jueves al Valencia en el estadio Alfredo di Stéfano. Posiblemente, los de Celades serán el rival más exigente a los que se tenga que enfrentar en casa la plantilla de Zidane hasta final de temporada. Y casi sin respiro, ya que un partido se juega el jueves y otro el domingo, los blancos viajan a San Sebastián para medirse a la Real Sociedad de Odegaard y compañía. La misma que les dejó sin Copa del Rey y que tiene como reto en estas 10 jornadas que quedan hasta final de curso acabar entre los cuatro primeros y jugar la próxima temporada Champions. Sin duda, una de las visitas más complejas que les queda a los madridistas, aunque hasta final de curso también tendrán que acudir a estadios complicados como el del Athletic.
Pero si los madridistas son conscientes de que por delante tienen dos de los partidos más complejos de lo que les resta hasta final de curso, también saben que el fin de semana puede ser propicio para recortar puntos al Barcelona y asaltar el liderato, siempre que no fallen, claro. Los de Quique Setién ganaron con más pena que gloria al Leganés en el Camp Nou, algo previsible, aunque cuando el Madrid espera que los catalanes pinchen es el fin de semana. El Barça visitan al Sevilla y, aunque el Ramón Sánchez Pizjuán sin público no será tan influyente, los de Lopetegui serán un rival muy duro que puede rascar algún punto a los de Messi y compañía. Los andaluces se juegan la Champions y el Real Madrid espera un favor.
No obstante, lo que tienen claro por el vestuario madridista es que el que pierda paga. Y paga caro. El más mínimo error puede ser definitivo y por ello, antes de esperar favores que propicien un pinchazo del Barcelona, los blancos saben que tienen que sacar adelante dos encuentros muy complicados.
