El 25 de abril de 2006 Zidane citaba a los medios de comunicación en una rueda de prensa que se celebró el miércoles 26 y en la que anunció por sorpresa su retirada, renunciando al año de contrato que le quedaba en el club blanco, tras el Mundial de Alemania.»Estoy aquí por un tema para mí importante y es decir que tras esta temporada dejo el fútbol. Es algo ya madurado, no es una decisión de un día. Además, quiero dejar planificar al Real Madrid la próxima temporada para que busquen otra alternativa si quieren. Quiero que tengan tiempo para planificar la próxima temporada», declaró Zizou.
Dicho y hecho. El 7 de mayo jugó su último partido como futbolista del Real Madrid ante el Villarreal en el Santiago Bernabéu. Después, se concentró con Francia para disputar el último torneo de su carrera vestido de corto. El 7 de julio, en una final ante Italia, marcando un penalti a lo Panenka y siendo expulsado se despedía del deporte rey.
El 31 de mayo de 2018 la historia se repetía. Aquel día con menos margen a la hora de avisar a los medios de comunicación. A primera hora de la mañana el Real Madrid convocaba a la prensa para una rueda de prensa que se celebró en Valdebebas y que tenía como protagonista a Zidane, que estuvo acompañado por un Florentino Pérez con cara de circunstancias. Nunca una resaca tras haber ganado una Champions había sido tan severa. Aquel «tomé la decisión de no seguir el próximo año en el cargo de entrenador del Real Madrid” fue un golpe al mentón. El francés lo había vuelto a hacer. Otra vez pensando en él y en el club. Así es él.
Por eso Zidane fue tremendamente sincero en la rueda de prensa previa al duelo ante el Espanyol. Ni siquiera le había preguntado por su futuro y sí por el de Sergio Ramos, pero Zizou se lio y terminó dejando un titular que no tardó en abrir todas las webs de deportes: “No voy a entrenar 20 años, desgasta mucho». El francés simplemente hizo pública su filosofía de vida. Su forma de afrontarlo todo. El día a día es clave para él sin pensar en el futuro. Lo sorprendente es que nos siga sorprendiendo.
Zidane no dio un ultimátum a su etapa como entrenador del Real Madrid. Ni siquiera habló de su futuro como técnico blanco. Simplemente explicó que el vive al día y cuando un día el cuerpo le pida dejarlo lo hará. Como lo hizo en 2006 y en 2018 para salir, o en 2019 para volver. En aquella ocasión el cuerpo le pidió regresar al banquillo blanco porque “no podía decir que no”. Su amor al Madrid le hizo regresar y su amor al escudo del 13 veces campeón de Europa un día, el menos pensado, le llevará a convocar otra vez a los medios para decir que se vuelve a marchar.
