El técnico sortea de nuevo una situación límite

Zidane nunca muere

Zinedine Zidane se jugaba el cargo y consigue retenerlo con una victoria incontestable del Real Madrid, que se clasifica como primero de grupo para octavos de final de la Champions League. El técnico se ha convertido en un especialista en ganar en momentos críticos

Zidane nunca muere
Zidane, durante el partido ante el Mönchengladbach (Getty).

Se la jugaba el Real Madrid en Champions League ante el Borussia Mönchengladbach y se jugaba su puesto Zinedine Zidane. La posibilidad de que los madridistas fuesen eliminados a las primeras de cambio en la máxima competición, ponía en riesgo la continuidad del técnico en el club. Una vez más, se salvó. El conjunto madridista se reivindicó y espantó -hasta nueva orden- los fantasmas, completando el mejor partido de lo que va de temporada. Victoria irrefutable de los blancos para alcanzar los octavos de final y hacerlo además como campeones de grupo.

Si algo tiene este equipo es la capacidad de manejar a la perfección las situaciones límites y una vez más lo han demostrado. Gran parte de la culpa la tiene el técnico y la confianza absoluta que demuestra a sus jugadores. Zidane es capaz de trasladar la calma y tranquilidad absoluta que demuestra al resto de la plantilla hasta en los momentos más críticos, en los que resulta complicado mantener la compostura. Es entonces cuando los madridistas son capaces de sacar su mejor versión como hicieron contra los alemanes.

No es la primera vez que Zidane llega discutido a un partido, ni tampoco jugándose el puesto. Sin embargo, siempre sale indemne de todas ellas, e incluso reforzado. La inagotable flor asoma en los momentos más decisivos, cuando los madridistas se encuentran al borde del precipicio.

En los últimos años, varias han sido las situaciones en las que los blancos se han salvado cuando estaban con el agua al cuello, remontando partidos, salvando eliminatorias o, como en esta ocasión, clasificaciones. Sin ir más lejos, el pasado curso el Madrid encaraba la fase de grupos tras haber sumado un punto en sus dos primeros partidos, con Zidane en el punto de mira tras un inicio algo turbulento en Liga. Una vez más, se salvó y, además, acabó ganando el título liguero tras la reanudación de la competición.

El Madrid de Zidane siempre da la cara

Si hay algo que caracteriza a este Real Madrid es su capacidad para dar la cara en los momentos importantes, independientemente de como lleguen al partido. La victoria contra el Gladbach es sólo una muestra más de algo que ya se ha repetido en varias ocasiones esta misma temporada: contra el Inter estaban obligados a ganar y lo hicieron en dos ocasiones, frente al Barcelona consiguieron asaltar el Camp Nou cuando no llegaban en su mejor momento, lo mismo que sucedió ante el Sevilla en la última jornada de Liga.

Sólo hace falta remontarse a la primera eliminatoria europea del equipo una vez se sentó en el banquillo Zidane para verlo. Entonces, los blancos cayeron 2-0 frente al Wolfsburgo en cuartos, pero le dieron la vuelta en el Bernabéu al cruce con un 3-0. Una temporada después se repitió la historia, cuando consiguieron darle la vuelta a un 1-0 contra el Bayern en menos de 45 minutos, venciendo en su visita al Allianz. En el camino a su tercera Champions consecutiva, lograron vencer 3-1 al PSG en un momento en el que los parisinos amenazaban con asaltar el Bernabéu ante un frágil Madrid.

Primera vez como primeros de grupo

En esta ocasión, la victoria del Real Madrid incluye un premio extra, además del pase a octavos de final de la Champions. Los blancos han apurado hasta la última jornada su clasificación, pero llegaban con opciones de ser primeros de grupo. No dependían de ellos mismos para lograrlo, pero una vez más la fortuna se alineó con ellos.

El empate del Shakhtar, que empezaba la jornada por delante de los blancos gracias al gol average, hace que los madridistas terminen la primera fase como campeones del grupo B. Se trata además de la primera vez que Zidane logra clasificar al equipo en primera posición del grupo, lo que les da en esta ocasión una clara ventaja de cara al cruce de octavos.

De haber sido segundos, los posibles rivales del rey de la competición habrían sido Bayern, City, Liverpool, Chelsea, Dortmund, Juventus o París Saint-Germain. Sin embargo, al ser primeros, eliminan cualquier opción de medirse a uno de los cocos de Europa. Los madridistas se enfrentarán en la siguiente ronda a Leipzig, Lazio, Atalanta u Oporto, jugando además el partido de vuelta en casa.

La última ocasión en la que el Madrid disfrutó de la ventaja de ser primero de grupo fue en la temporada 2015-16. Aquel año, ganarían la primera Champions bajo el mando de Zidane. Sin embargo, la fase de grupos se disputó y se ganó con Rafa Benítez en el banquillo.

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